La coge con sus propias manos y la parte en dos, es su Fender Stratocaster y así se inicia el concierto.
Mimetizado entre la multitud, Abdu-Bari tira de la cuerda como final a su particular proceso en caída libre, pero el paracaídas no se abre.
A seis mil kilómetros de distancia, se activa la señal de detección anti-terrorista, por primera vez y según lo esperado, el satélite emite una señal neutralizadora. El espectáculo debe continuar.